Hemos venido viviendo una etapa de cambios socio culturales y socio
políticos por las nuevas generaciones, la ola de la globalización y de las
sociedades interconectadas; de allí nace la necesidad de observar detenidamente
el comportamiento de la sociedad no solo, en su quehacer como ciudadano, si no que también, en su quehacer comunicacional y de recepción
de información.
El mundo cada vez avanza mas en cuestiones tecnológicas, las ansias
por tener la información a la mano se vuelve una situación mas dominantes para
los medios de comunicación. Se pierde
interés por las fuentes, se concentran mas en una información no verídica.
Por lo tanto la inmediatez de la información denominadas TIC,
enriquecen en alto grado la comunicación entre individuos, pero a su vez
empobrecen el contenido que se ofrece a través de los distintos canales de
comunicación; no solo nos referimos a los individuos como tal si no que
también, a los creadores de dichos contenidos, como lo son las figuras
públicas, los periodistas, los artistas entre otros; quienes se encargan de
transmitir todo tipo de información empobreciendo lo que conocemos como el
ámbito privado de la persona humana y también la connotación que se tenia hace
algunas generaciones de ciertos temas.
Hablar de sexo, drogas, alcohol, chismes, discusiones entre otros es
el diario vivir dentro de nuestra generación, como lo explica Mario Vargas
Llosa, en su libro La civilización del espectáculo (2008): “[]...conforme con
la inflexible presión de la cultura dominante, que privilegia el ingenio sobre
la inteligencia, las imágenes sobre las ideas, el humor sobre la gravedad, la
banalidad sobre lo profundo y lo frívolo...”, es precisamente por la etapa que
estamos pasando a cuenta de una revolución de lo que se quiere y se debe
mostrar en todos los medios de comunicación. Entonces, nos estrellamos con una
ruptura de las costumbres, una eliminación de lo ético y lo moral, para llegar
al punto de concentrar todo lo que se desea, en un simple resumen, pasarla
bien, concentrarnos en el espectáculo y no en la buena información.
La sociedad cada día pide más detalle de lo que ocurre a su
alrededor, elimina todos esos componente conservadores que algunas sociedades
ostentan tener, intentan dejar atrás toda una monotonía para proponer algo
nuevo al mundo llegando al conformismo; dejando atrás las realidades que nos
aquejan desde generaciones atrás.
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